Cada vez están más cerca las elecciones y siguen creciendo las expectativas que ha generado la incursión de Tot per Benicarló, Beni-gazlum en el panorama político municipal. Mucha gente, cada día más, nos transmite su ilusión por la posibilidad de que nuestra apuesta sea el motor que la ciudad necesita con urgencia. Hay esperanza generalizada, pero también preocupación en aquellos partidos que ven en nuestro proyecto una alternativa real a la actual gestión del Ayuntamiento. Buena muestra de ello es que incluso protagonizamos tertulias políticas en Radio Benicarló aun sin la participación de nuestro candidato, Juan Pascual Sorlí.
Xaro Miralles, alcaldesa socialista, y Juan Antonio Mañá, portavoz del Partido Popular, coincidían hace unos días en su argumento. Explicaban que un partido independiente no es el mejor vehículo para que un municipio consiga la atención de las Administraciones. Y lo decían cuando muchos estudios sociológicos coinciden en las buenas posibilidades de las formaciones independientes para el próximo 28 de mayo. Defendían los dos que los partidos grandes tienen un respaldo detrás, que es el que les permite abrir puertas. Pues bien, hasta la fecha, o no han querido o no han sabido abrirlas. Ni unos ni otros. Para muestra más reciente tenemos esta última legislatura en la que para Benicarló no ha servido de mucho un gobierno socialista en Madrid, Valencia y Castellón. Tampoco que la señora alcaldesa sea al mismo tiempo diputada provincial.
Benicarló no vive de puestas en escena ni de buenas intenciones. Podríamos enumerar muchos ejemplos nuevos y antiguos. Ni siquiera la visita en 2020 del presidente del gobierno de España, el señor Pedro Sánchez, fue provechosa. Llegó para hacerse las fotografías de rigor en la playa de la Mar Xica sin concretar ningún compromiso de ayuda para paliar los daños ocasionados por la borrasca Gloria.
No es necesario que los participantes de la tertulia política de Radio Benicarló pongan en la mesa de debate partidos como Teruel Existe. No hace falta marcharse a Aragón. Tenemos muy cerca de aquí un buen ejemplo con el PVI (Partit de Vinaròs Independent) que encabezó el gobierno de la localidad vecina con su candidato, Javier Balada, de alcalde. Muchos reconocen el éxito de la fórmula cuando transitan por el magnífico paseo marítimo de Vinaròs, remodelado bajo su gestión.
Benicarló necesita de gente que conozca las necesidades del municipio, pero que especialmente tenga voluntad para reivindicarlas delante de las Administraciones públicas. Para estas dos cosas no es necesaria ninguna marca. No hace falta ir con el escudo de un partido por delante. Basta con tener vocación de servicio público y tenacidad para hacerse oír y entender donde corresponda. No obstante, cuando a partir del mes de junio Tot per Benicarló, Beni-gazlum lidere el gobierno de Benicarló, invitaremos a la colaboración de los concejales representantes de todos los partidos. No dudamos de su compromiso para ayudar a abrir las puertas con las siglas y especialmente con los interlocutores que dicen conocer.
Tot per Benicarló, Beni-gazlum